
Un día cualquiera nos adentramos en las dependencias de una Residencia de Mayores y preguntamos a una persona usuaria como se encuentra, y recibimos la siguiente respuesta… me siento….¡en casa!. Esa simple contestación tiene detrás mucho esfuerzo y trabajo. Esfuerzo de trabajo, esfuerzo de atenciones, esfuerzos para que esa persona mayor pueda disfrutar de sus últimos años de vida en plena felicidad de cuidados no sólo sanitarios sino también cuidados y asistencias psicosociales. Las familias tienen mucho miedo, por eso aparece el denominado sentimiento de culpa, no es fácil dejar a un ser querido al cuidado de terceras personas, para la familia eso supone un proceso de desconfianza. Ante dicha situación el Centro debe manejarse de la mejor forma posible para que en ese proceso de adaptación de la persona usuaria, se sienta como en casa y por lo tanto su familia tenga el convencimiento de que ha tomado la decisión adecuada ingresando en un Centro Sociosanitario a su familiar.
Durante el proceso de adaptación las personas usuarias es habitual que sufran momentos en lo que manifiesten deseos de regreso a sus hogares, rechazo hacia sus familiares por haberles ingresados en el centro, entre otros. Por parte de los profesionales este momento debe ser tratado con máximo esmero y cuidado, muchas veces un buen manejo del proceso de adaptación repercute en una feliz estancia de la persona usuaria en el Centro. A la pregunta de qué aspectos son importantes, sobretodo como el título del artículo nombra, la persona usuaria debe sentirse en su casa, además de tener actividad que seguramente no tenía en su casa, es decir incluir a la persona usuaria en todo tipo de actividades socioculturales, rehabilitadoras etc.. que ofrezca el Centro, teniendo las mismas efectos muy beneficiosos en la persona usuaria.
Todo esto puede visualizarse desde una perspectiva errónea de que como en casa de uno imposible, yo como profesional de Centros Sociosanitarios discrepo, la asistencia proporcionada desde un Centro Residencial que basa sus actuaciones desde el punto de vista bio-psico-social proporcionando una atención integral a la persona usuaria es mucho mayor y de mejor calidad a todos aquellos cuidados asistenciales que se puedan proporcionar en un hogar. Por y para todo lo expuesto es necesario un modelo de atención centrado en la persona usuaria, con actuaciones asistenciales en las cuales la persona usuaria sea el eje de nuestras acciones asistenciales.
Como hemos dicho en diversas ocasiones estamos ante un sector joven pero no debemos descuidar nuestra evolución hacia una mejor atención a las personas usuarias, no sólo vale ya con tener a nuestras personas usuarias bien alimentadas y aseadas, no, el objetivo es sin dejar de lado estos aspectos, promover una atención integral para que como nombramos en el título, la persona usuaria se sienta mejor que en su casa, y sus familiares sientan que han tomado la decisión correcta. Con todo lo expuesto conseguiremos que las dudas y el sentimiento de culpa encontrado en los momentos previos al ingreso y durante el periodo de adaptación de la persona usuaria al Centro desaparezcan y persona usuaria y familiares sientan que su decisión ha sido la mejor que pudieran haber tomado .
Michel Valdés Ruíz
Vicepresidente SPRODE