
La clase política y empresarial, en definitiva los dirigentes del sistema han realizado históricamente un sabotaje a la transparencia. Ellos, los señores y señoras que manejan los presupuestos públicos han campado a sus anchas durante muchos años. Han concedido subvenciones y firmado acuerdos con toda impunidad sin informar a los verdaderos dueños de los fondos que manejan, ni a los representantes de la voluntad popular en el Parlamento de Cantabria.
Baste recordar las palabras del ex consejero de Economía, actual presidente de PSOE y según nuestras fuentes, actual consejero “asesor” en la sombra, Angel Agudo, que se permitió afirmar en el Parlamento de Cantabria, ante la petición de información de la oposición “si quieren conocer los papeles, ganen las elecciones”
“Es un claro gesto de sabotaje y quien o quienes han hecho públicos los contenidos de los mismos muestran una total deslealtad hacia los intereses del Gobierno de Cantabria y, por tanto, de los cántabros” han sido las palabras textuales que Francisco Martín, actual responsable de turismo ha pronunciado en relación a la información que develaba el martes El Diario Montañes: “Los contratos del Gobierno cántabro con las aerolíneas superan los cuatro millones al año”
Gonzalo Seller y Enrique Munariz firmaron el articulo que aportaba luz sobre uno de los secretos mejor guardados por los sucesivos Gobiernos de Cantabria “ –Ryanair, Vueling, Air Nostrum, Iberia y Volotea– mantienen contratos de marketing firmados con el Gobierno regional que superan los cuatro millones de euros anuales y que caducarán entre este año y el que viene, según la documentación a la que ha tenido acceso” El Diario Montañes aunque ya el 25 de noviembre de 2011 infoparayas.com informaba que “Hasta hace unos años, se aportaban cerca de cuatro millones de euros: dos los aportaba la Sociedad Regional Cántabra de Promoción Turística, Cantur, y otros dos SODERCAN (la Sociedad para el Desarrollo de Cantabria).”
Las clausulas de confidencialidad es práctica habitual entre empresas privadas, pero no son de recibo en la administración pública pues sus responsables manejan los fondos que todos y cada uno de nosotros aportamos con nuestro trabajo, aunque hasta la fecha haya sido una práctica habitual.
Y es que la transparencia es una materia que le viene grande a la administración, cuyos responsables históricos han estado acostumbrados a operar bajo cuerda, desde tiempos inmemoriales.