Puerto Rico no es un territorio de los Estados Unidos. Fue impuesta su cesión a los EE.UU. por España en el vergonzoso Tratado de Paris en 1898, bajo amenaza de invadir la Islas Canarias si no se cedía borinquen. La armada norteamericana había desarbolado a la española en Cuba y se temió la invasión de las africanas Islas Canarias. De hecho en las Canarias se dió la alerta y el pueblo prestó a defenderse de la agresión yanqui y para evitar males mayores España cedió la que era ya Provincia Autónoma española, no colonia.
Desde 1899 el archipiélago ha pertenecido a los Estados Unidos por el chantaje realizado. En 1917, los puertorriqueños se convirtieron en ciudadanos estadounidenses de segunda clase, y todos los nacidos en Puerto Rico son ciudadanos de los Estados Unidos aunque no tienen los mismos derechos que los nacidos en el continente.
Puerto Rico no es Estado ni País y es tratado como una colonia
Borinquen no es un estado. Sigue siendo un territorio. Bajo la Constitución de los Estados Unidos, el Congreso tiene un poder «pleno» – completo al estilo del derecho de pernada de los señores feudales de la edad media. El Congreso trata a Puerto Rico de manera diferente a los Estados, y los puertorriqueños no comparten los mismos derechos y responsabilidades que los ciudadanos estadounidenses tienen.
No hay senadores ni diputados votantes en Puerto Rico. La Isla tiene un solo representante sin derecho a voto en la legislatura. El pueblo de Puerto Rico no puede votar en las elecciones presidenciales, y no tienen electores en el Colegio Electoral.