
Podemos Santander ha manifestado hoy su “más enérgica condena y oposición hacia el artículo publicado por el señor Enrique Álvarez en El Diario Montañés y que lleva por título El Islam y el mal”.
Es absolutamente inconcebible que una persona que es miembro del área de acción cultural y de promoción educativa de un ayuntamiento democrático en un país aconfesional emita las opiniones que hoy ha realizado en el periódico de mayor tirada de la comunidad. Es por tanto necesario que la alcaldesa, Gema Igual, haga las gestiones oportunas para que Enrique Álvarez deje de ostentar representación en esta área, y que sus ofensivos comentarios no menoscaben el trabajo que otros miembros de la corporación puedan llevar a cabo.
Afirmaciones como la de que «el Islam es una religión mala y perversa» constituyen una flagrante estigmatización e interesada simplificación de la diversidad de un universo cultural que abarca a más de 1.000 millones de personas, algunas de ellas precisamente ciudadanas del mismo ayuntamiento que tiene en en un cargo de responsabilidad al autor de dicha frase. No es el momento de emitir mensajes simples o demagógicos en torno al atentado que fomenten el miedo o el odio al diferente, como sucedió en las épocas más oscuras y desgraciadas de Europa. Una sociedad madura y democrática debe saber mantenerse en guardia frente a quienes quieren aprovechar el momento para hablar de recortes de derechos y libertades, amparar el racismo o instar al fin de la separación entre religión y Estado como el señor Álvarez hace al decir que «urge restaurar la religión de Cristo y limitar al máximo la de Mahoma».
Frente al oportunismo de quienes utilizan el terrorismo para expresar sus fobias antidemocráticas, desde Podemos nos reafirmamos en nuestras siete medidas para atajar la lacra del yihadismo: cortar las vías de financiación y abastecimiento logístico, neutralizar sus redes de captación y adoctrinamiento, apoyar a las fuerzas democráticas en el mundo árabe, reforzar a la sociedad civil en Siria e Irak para derrotar a ISIS, acabar con la guerra en Siria e Irak con embargo de armas a todos los contendientes, proteger a los refugiados y acabar con las mafias que trafican con personas. También señalamos la importancia de combatir discursos de odio como el del señor Álvarez, que retroalimentan el conflicto social y en última instancia hace el juego a los terroristas