He defendido públicamente la conveniencia de no repetir el proceso electoral en España pero dadas las nuevas variables cambio radicalmente mi posición, al igual que un día tuve el pelo largo y ahora lo luzco corto.
Si defendía la no repetición era simplemente por un argumento económico. Me parecía aberrante que la mediocridad de los políticos del momento en España nos llevara a los españoles al gasto milmillonario que supone un proceso electoral.
Hoy hemos conocido que si no hay nuevas elecciones el pueblo español va a tener muchos miles de millones mas que si las hay pues los estafadores nacionalistas y los que van detrás van a originar unas condonaciones de deudas muy superiores al costo de unas elecciones generales.
Ojalá Puigdemont diga nó a Pedro Sanchez en un ataque de dignidad, dificil en ese personaje rastrero al que solo le mueve el dicho tan catalán de «la pela es la pela» y nos ahorremos una pasta.
Miren no me preocupa que España se rompa, pues eso me parece una bobada política más que ahora venden algunas sectas políticas conservadores.
España ya se rompió hace siglos cuando España era un gran imperio extendido por todo el mundo, a causa de la nefasta y cicatera actuación de los monarcas, aristócratas y políticos del momento, con los masones catalanes entre ellos, y que ahora vuelva a cambiar su formato sería mas de lo mismo.
Pronto olvidó Felipe Gonzalez que llegó al poder en 1982 con el objetivo de caminar hacia una España Federal en que todos los pueblos y culturas que forman este Estado se sintieran, por primera vez a gusto, caminando unidos en una Federación o Confederación de Estados a los alemán, mexicano o estadounidense… bajo la dirección de un monarca que con tal de seguir chupando del bote aceptaría la formula federal y que dejaría sin argumentos a los conservadores vascos y catalanes.
Así pensaba aquel joven abogado sevillano pero años después, tras obtener el poder se hizo mas papista que el Papa y arrastra ahora su vejez rodeado de sus iguales económicos. Vergüenza ajena, la misma que daría un Aznar proclamando una revolución comunista.
La Constitución es una ley encorsetada que necesita ya liberarse de las cadenas que el ejercito franquista le obligó a adoptar y de hecho bastó que Alemania lo ordenara para que se modificara, rodilla entierra, por todas sus señorías tan solemnes ahora.
Pero huele a que la renovación presidencial de Pedro Sanchez nos va a costar caro al pueblo español. Y conste que la macroeconomía española camina de forma ejemplar siendo ejemplo en Europa. El paro camina de la misma forma y los poderes facticos están encantados con la política económica de Sanchez, los bancos cada día reparten mas dividendos y el estado de bienestar amplia sus coberturas luego que miedo tiene Sanchez para convocar unas nuevas elecciones
Con los bolos así pinados en estos momentos sería mucho mas barato unas nuevas elecciones. Ojalá Puigdemont rompa la baraja en un ataque de dignidad política aunque es difícil pedir peras al olmo.
Antonio Mora Ayora