
Estamos acostumbrados a leer los documentos que los Papas escriben y que pertenecen al magisterio de la Iglesia. Sin embargo, muy pocas veces tenemos la oportunidad de conversar con uno de ellos. Dialogar sobre la vida y sobre la fe, nos ayuda a empaparnos de la sabiduría de un personaje que pertenece ya a nuestra historia.
¿Por qué leer «Benedicto XVI. Últimas conversaciones con Peter Seewald»?
Si quieres conocer a una persona hay que verle y escucharle. Al Papa emérito Benedicto XVI le hemos visto en muchas ocasiones diferentes. Quizás hayas podido leer alguno de sus textos. En este libro encontraras una conversación. Los temas que irán surgiendo pertenecen a la vida misma: su historia, su forma de creer en Dios y de vivir el deseo constante de anunciar el Evangelio. Este hombre tímido nos abre su corazón para poder entender cómo se va forjando un «buen pastor» que llegó a ser Papa.
El periodista Peter Seewald se encuentra con Joseph Ratzinger para tener una conversación. Quizás sea la última en la vida de este sacerdote que estuvo siempre al servicio de la Iglesia. Y que los últimos años de su vida los ha dedicado a ser pastor de todos los católicos del mundo. ¿De qué hablan? De todo. Sí, de todo lo que conforma su historia y sus vivencias. De cómo nace su vocación y su deseo de seguir a Jesús. Y una vocación particular que es enseñar teología. Ayudar a tantos a abrir la mente y el corazón al misterio de Dios. Pasará a la historia del mundo como el Papa que renunció a su cargo. Aquí podrás comprender que movió a este anciano hombre a dejarlo todo y encerrarse tras unos muros a orar incesantemente por todos aquellos que intentan creer en Dios.
«Creer no es otra cosa que, en la noche del mundo, tocar la mano de Dios y así, en el silencio, escuchar la Palabra, ver el Amor» (p.7)
David Cabrera, sj
MIS IMPRESIONES
A este libro “BENEDICTO XVI – Últimas Conversaciones con Peter Seewald” no llegué por una sola referencia, intuición o recomendación, tiene unos antecedentes que entretejieron los intereses de profundizar en el mayor conocimiento de este ilustre catedrático de Teología, erudito y jesuánico, que llego a ser en abril del 2005, el sucesor doscientos sesenta y cinco de Pedro, el Papa Benedicto XVI, Joseph Ratzinger.
Parto de una base de referencia bastante distorsionada del Catedrático y Obispo, que poco a poco se me fue desdibujando la imagen de radical, extremista y otras interpretaciones injusta de su valiosa y gigantesca personalidad de hombre de Fe. Un día me quede sorprendido por su inmenso currículo, su gigantesca obra como investigador, profesor y escritor del Dr. Joseph Ratzinger. Aunque seguía con ciertas dudas sobre su papel de “inquisidor” cuando lo nombraron Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma, en 1981.
Yo había empezado a partir de 2008 una serie de Ejercicios Espirituales encaminados a adentrarme en la profundización del conocimiento de JESUS, en sus dos vertientes para mí: El JESUS de la HISTORIA y el CRISTO de la Divinidad. No tenía prisa, ni quería concentrarme afanosamente en adquirir conocimientos, sino en adquirirlos en la misma medida que se incorporaban profundamente en mí, fruto del estudio, la meditación y la asimilación de conceptos y conocimientos difíciles de interpretar desde mi mentalidad más científica, que filosófica y, desde luego, teológica.
Fue por el 2014, que terminado un ciclo de “Las Bienaventuranzas, corazón del Evangelio”, con Adolfo Chércoles, SJ., y en la cercanía de la Semana Santa hablé con un amigo y compañero Profesor de la Escuela de Caminos de la Universidad, del tema, y decidimos comer tranquilamente en el Tenis, para hablar sobre el tema, cuando un amigo de su parroquia, me sugirió que si quería leer a un “Premio Nobel de Teología”, sobre JESUS de NAZARET, leyera el libro de Joseph Ratzinger. Para no hacer excesivamente larga esta introducción, diré que recorrí y busqué muchas fuentes de recursos teológicos, e incluso me fui a un Seminario sobre Teólogos Cristianos en la LMU de Múnich, donde pude visitar incluso la Catedra de Joseph Ratzinger y ver algunos de los sitios habitualmente usados para sus clases y actividades académicas.
En la medida que me he ido adueñando, de su erudición y de su profundidad teológica, me he ido identificando más intensamente con este grande de la Fe, que este libro me ha dejado patentado con sumo detalle.
El periodista Peter Seewald1 nos adentra página a página en las diferentes facetas de ciencia y religión, física y metafísica, pensamiento y oración de Ratzinger. Nos acerca a su verbo lozano, a la aproximación creativa al Evangelio y la doctrina auténtica que el entrevistado personifica. El incómodo ex-catedrático, arzobispo de Múnich y prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma, defendió a ultranza siempre sus conceptos y criterios, quizás ahí ha radicado algunas de mis incomprensiones. Si releemos algunos de sus libros o escritos, quizás cambiemos de enfoque o incluso de opinión. “El verdadero problema de nuestro momento histórico – nos advierte – radica en que Dios está desaparecido del horizonte de las personas. La extinción de la luz procedente de Dios hace que sobre la humanidad se abata una desorientación cuyos destructivos efectos nos resultan cada día más patentes”. Resulta inolvidable la denuncia que realizó en Roma durante el vía crucis en marzo de 2005: “¡Cuanta suciedad hay en la Iglesia y precisamente también entre quienes en virtud del sacerdocio deberían pertenecer [a Jesucristo] por completo!”. En la entrevista se reafirma de esa mención, y dice: “…Siempre se ha sabido que en la Iglesia hay suciedad, pero es mucho lo que uno tiene que digerir como responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe; en este sentido solo quería suplicarle al Señor que nos ayudara”.
1.- Peter Seewald (10 de julio de 1954, Bochum, Alemania Occidental) es un periodista y escritor alemán, biógrafo de Joseph Ratzinger, antes y después de que fuera elegido papa Benedicto XVI.
Me sorprende por mi coincidencia cuando remarca “que los verdaderos problemas de la Iglesia no radican en la disminución del numero de miembros, sino en la pérdida de la Fe”. Enfatiza, el recién elegido pontífice, a sus setenta y ocho años, que “la sobriedad, el dialogo y la concentración en lo esencial caracterizará el nuevo estilo que penetra en el Vaticano. Su personalidad es trabajar “calladamente en eliminar el besamanos y sustituir en el escudo de armas la imponente corona papal, la tiara, por una sencilla mitra episcopal”. Benedicto XVI habla en una mezquita, participa como papa, por primera vez, en una celebración litúrgica protestante. Con él tiene lugar un acontecimiento histórico sin parangón: la visita de un máximo responsable de la Iglesia católica a los lugares donde desarrolló su actividad Lutero. Nombró un protestante como presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias, pero también a un musulmán como profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana.
Desarrolló en la Iglesia tres ciclos de ricos contenido, como el “Año paulino”, el “Año sacerdotal” y el “Año de la fe”. Y para sorpresa mía, el sumo pontífice autorizó a los presbíteros a celebrar de nuevo “la misa tridentina”2, aquella que se decía en latín y con una estructura y forma ritual diferente durante mi infancia y juventud, que estuvo valida durante siglos, sin necesidad de recabar primero el permiso de un obispo es un acto de apertura y de libertad, no un paso atrás como consideran algunos.
“Si un papa no recibiera mas que aplausos, tendría que preguntarse si está haciendo algo mal”, afirma en la entrevista Ratzinger. Desde luego que hubo “conflictos o problemas”, que algunos calificaron como “escándalos”. Uno fue el del obispo Richard Williamson de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X3. “El hecho es que Williamson era un anglicano converso. Roma nunca lo reconoció como obispo católico ni tampoco rehabilitó a la fraternidad sacerdotal separada de la Iglesia católica”. Otro, fue el apoyo dado a las relaciones del cristianismo con el judaísmo. “Israel Singer, secretario general del Congreso Mundial Judío entre 2001 y 2007, señaló que sin Ratzinger no habría sido posible el decisivo e histórico giro de la Iglesia católica en su relación con el judaísmo, que puso definitivamente fin a una actitud que duraba ya dos milenios. Maram Stern, vicepresidente del mismo foro dijo que bajo Benedicto XVI dicha relación fue – mejor que nunca antes en la historia-”
2.- La misa tridentina es el nombre que recibe la celebración de la misa del rito romano de la Iglesia católica según las prescripciones y rúbricas de las sucesivas ediciones del misal romano promulgadas desde 1570 a 1962. El calificativo de «tridentina» se refiere a su origen, ya que el rito fue finalmente codificado y luego extendido a toda la Iglesia latina por iniciativa del Concilio de Trento. También se la llama misa de san Pío V, el papa que hizo la reforma deseada por dicho concilio. Otros nombres son misa latina (misa en latín – expresión ambigua), misa preconciliar (es decir, de antes del Concilio Vaticano II), misa tradicional o, desde la publicación del motu proprio Summorum Pontificum, forma extraordinario del rito romano, o sencillamente, forma extraordinaria.
3.- Richard Nelson Williamson (nacido en Londres el 8 de marzo de 1940) es un obispo católico inglés que perteneció a la Fraternidad San Pío X (FSSPX) hasta el año 2012, cuando fue expulsado de la misma. Sus declaraciones a la televisión sueca, en las cuales niega la utilización de cámaras de gas por parte de los nazis para el genocidio judío, ha levantado escándalo que le valió a principios de febrero de 2009 el ser relevado como director del seminario en La Reja, Provincia de Buenos Aires, donde ocupaba el cargo de director y posteriormente el inicio de una demanda penal en su contra por «apología del delito», solicitándose al gobierno nacional argentino que sea declarado «persona non grata«, lo que derivó en su expulsión del país.
Con respecto a los abusos sexuales de sacerdotes y religiosos contra menores, “hace tiempo se reconoce que, sin la gestión de Benedicto XVI, que como papa expulsó a unos cuatrocientos sacerdotes y definió la base canónica para procesar a los obispos y cardenales que nieguen a realizar o facilitar las investigaciones pertinentes”.
¿Y el caso Vatileaks? No se debe minimizar este asunto, dice el autor y precisa: “pero de la supuesta – conjura en el Vaticano – al final apenas quedó algo mas que el robo de documentos por un mayordomo trastornado. Por lo que atañe al polémico Banco Vaticano, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), Benedicto encargo una exhaustiva auditoría y puso en marcha su reestructuración.4
Destaca el autor, los inteligentes discursos de Benedicto, “capaces de enfriar el entendimiento y enardecer los corazones, la riqueza de su lenguaje, la franqueza en el análisis, la intima paciencia en la escucha, la nobleza que él personifica como pocos otros eclesiásticos”.
Muchos son los hitos de la vida de Ratzinger que el autor desgrana con lujo de detalles en esta modalidad de entrevista directa, recorriendo sus principales momentos de vida desde la niñez y la juventud como los de Catedrático y Obispo: Münster (1963-1966), Tubinga (1966-1969) en esta etapa termina uno de sus libros más esenciales “Introducción al cristianismo”5, que es un clásico del que existen innumerables ediciones, y en el que se muestran huellas de sus relación con el teólogo suizo Hans Küng del que mas tarde se distanció. Ratisbona (1969-1977), Múnich (1977-1982). Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Roma (1982-2005). Es en esta etapa, cuando sufre un nuevo tropiezo de salud, en 1991, una hemorragia cerebral, que le llevo a perder totalmente la visión del ojo izquierdo con los años.
Y de repente Sumo Pontífice:
El 19 de abril de 2005, el erudito y jesuánico, Dr. Joseph Ratzinger, Cardenal decano del Concilio, se convierte tras la muerte de Juan Pablo II en el BENEDICTO XVI.
En este libro entrevista dice, ya como papa: “Uno sabe que en realidad no es eso, que no es el Vicario de Cristo”, y añade, “pero si él me impone esa carga, también tendrá que ayudarme a llevarla”.
4.- Para los interesados en entrar “al trapo”, en esta compleja y difícil temática, que lean el libro de Emiliano Fittipaldi “AVARICIA” de Editorial AKAL (2015), que da innumerables detalles de este y otros tristes “escándalos” intramuros y del que hice MIS IMPRESIONES en su día.
5.- Introducción al Cristianismo, libro escrito por el teólogo alemán Joseph Ratzinger en el año 1968, basado en charlas realizadas por él en la Universidad de Tubinga el año 1967. Como anécdota fue uno de los libros que envió de regalo a Fidel Castro, ya enfermo, en marzo de 2012.
En la solemne misa pontificial, el 24 de abril de 2005, celebrada delante de la basílica de San Pedro para dar inicio a su pontificado, Benedicto XVI dijo: “Mi verdadero programa de gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y voluntad del Señor y dejarme conducir por él, de tal modo que sea él mismo quien conduzca a la Iglesia en esta hora de nuestra historia”. Y luego añadió literalmente: “No somos el producto casual y sin sentido de la evolución. Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada uno de nosotros es amado, cada uno es necesario”.
Muchos han sido mis subrayados en este libro, los que me hicieron aprender y los más que me hicieron meditar. NO remarco TODOS, pero al menos dos quisiera hacer por mi total coincidencia:
“Dios exige a cada cual algo específico”
“¡Gracias a que me siento tan vinculado con el Señor, nunca estoy del todo solo!”.
Jorge A. Capote Abreu Santander, 20 de abril de 2020