LLEGA OTRO AGOSTO A SANTANDER

Santander, un domingo de 2023

Llega Agosto que un periodo estival benévolo en estas latitudes, donde aún perduran los turistas que suben buscando las temperaturas “nobles” de un Santander de nobleza arraigada que sabe exponerla a los visitantes en sus calles, y plazas, y en el porte y elegancia de su gente que hace gala de ello.

Para mi llega este Agosto de 2015 con algunos recuerdos y conmemoraciones personales – familiares con  la celebración del 70 aniversario de vida de mi hermano José Raúl, que remueve las ya casi olvidadas raíces de una infancia compartida en Aguada de Pasajeros, Camajuaní y más tarde en La Habana. Salen con fuerzas recuerdos de aquellas épocas y etapas de nuestra vida y con ella sus circunstancias y condicionantes socio-económicas familiares, nacionales e internacionales…

El 4 Agosto de 1945 fue un acontecimiento familiar del que recuerdo con algunas perdidas que la mente no ha querido guardar, como un momento de alegría familiar por la llegada de un nuevo hijo, pero las incertidumbres de una etapa difícil en lo económico familiar y nacional, porque hasta Cuba llegaban las consecuencias de los años de guerra en Europa.  Nuestra mente de isleños, localista de por sí, no nos mantenía informado de los detalles de horror de la guerra ya en sus  postrimerías. El día que nació mi hermano, Europa aun sangraba y humeaban los horrores de la guerra, y cuando apenas llevaba entre nosotros 72 horas sobre la tierra fue el Holocausto de Hiroshima y Nagasaki, que en la vertiente occidental del Caribe bajo influencia norteamericana se vivió con un cruel jubilo, ignorantes del crimen masivo de guerra que arraso las dos únicas ciudades católicas del Japón.