
En su intervención en el Parlamento de Cantabria Eva Diaz Tezanos tuvo momentos brillantes pues se atrevió a poner el dedo en la llaga.
A mi edad estoy cansado de escuchar decir a los políticos, viejos y jóvenes, lo que la gente quiere oir, es mas, en eso se basan las campañas electorales en España desde 1982 cuando Felipe Gonzalez importó la formula de los socialdemócratas alemanes.
Diaz completó el programa de gobierno que 24 horas antes había presentado Miguel Angel Revilla, obviando algunos temas como la eliminación del copago para los dependientes y la política cultural que el nuevo gobierno, que brilló por su ausencia en las intervenciones de todos los grupos, ecepto en la intervención de Podemos, aunque esto se merece un comentario específico, que en breve realizaré.
Diaz se llenó de sentido común cuando dijo:
“Se necesita una propuesta donde se integren y coordinen sinergias para el turismo, el comercio, la hostelería y la hotelería, la cultura y el deporte. Propuestas sumamente importantes para la dinamización económica de nuestra región.
La base de esta propuesta es el hecho de que a dos horas de automóvil viven cerca de 5 millones de habitantes. Este número es el mercado potencial directo al que debemos de realizar una oferta atractiva, sin olvidar, por supuesto, los mercados internacionales”
Y es que, si lo hacemos bien, Bilbao, Vitoria y San Sebastaian podrían suponer un importantísimo mercado para nuestras industrias del ocio ya que a los vascos les encanta viajar, siempre que haya una oferta de nivel (fui durante tres años director de marketing de una agencia de viajes con sucursal en estas tres ciudades) y cuando un vasco viaja, viaja, come, compra y paga bien… si se le ofrece calidad.
Pero lo mas valiente, incluso pidió perdón al inicio del párrafo fue :
“Espero que a nadie le parezca mal que me refiera al tradicional individualismo que ha caracterizado a los cántabros desde el principio de los tiempos” yo añadiría que este individualismo cainita ha sido el principal lastre de esta sociedad
Ruego a mis lectores que lean íntegramente lo que Diaz expresó y recoge el diario de sesiones del Parlamento de Cantabria:
A decir de los estudiosos, las condiciones climáticas y orográficas, así como otros factores históricos más recientes, nos han forjado como un pueblo tenaz, resistente, luchador, pero demasiado individualista.
Si aceptamos esta autocrítica como punto de partida, nos daremos cuenta de que ni la orografía, ni el clima ni ningún otro factor nos obliga a mantener esa actitud por más tiempo. En la actual sociedad del conocimiento, donde el transporte o las conexiones tecnológicas nos permiten interactuar con la otra esquina del planeta en tiempo real, tenemos que convertir nuestras virtudes individuales en oportunidades colectivas.
Por eso, creo que ha llegado el momento histórico de que los habitantes de Cantabria nos pongamos a trabajar de manera compartida. A trabajar colectivamente, escuchando a todos los que quieran aportar y pensando en el bien común.
Por eso, una de mis propuestas electorales, ahora también recogida en el Pacto de Gobierno con el PRC, es la de hacer realidad ese gran PACTO POLÍTICO Y SOCIAL POR EL FUTURO DE CANTABRIA, que siente las bases del desarrollo de Cantabria para los próximos años y que trascienda el ámbito temporal de una legislatura.
Ponernos de acuerdo como sociedad en qué estado de bienestar queremos, qué infraestructuras consideramos imprescindibles, cuáles deben ser las bases del modelo productivo del futuro y a qué calidad democrática aspiramos. Éste es mi compromiso.
Cantabria necesita una nueva forma de gobernar basada en el diálogo permanente, y en la colaboración y escucha activa de todos: de los agentes sociales y de los agentes económicos, de las asociaciones y de los colectivos ciudadanos, de los empleados públicos y de todos los ciudadanos, de los que han apoyado al PSOE y al PRC, y de los que no nos han apoyado.
Vamos a elegir a un Presidente fruto de un pacto entre dos fuerzas políticas, pero el próximo futuro de Cantabria es un reto colectivo. Un reto de gran calado, porque estamos en un momento histórico, ante un nuevo tiempo, un tiempo de cambio en Cantabria.
Este cambio no es solo tarea de un gobierno, o de unos consejeros, o de un grupo de ciudadanos. Este cambio es tarea de todos, cada uno desde la responsabilidad que le toque, en el trabajo, en el barrio, en la familia.
Los socialistas estamos convencidos de que esta actitud va a ser la clave en el necesario salto hacia el siglo XXI que necesita esta región, y yo misma no voy a desaprovechar ninguna oportunidad para animar a todos y todas para que participen en la definición de esa carta marina con un destino claro y por el que queremos ir avanzando etapas en los próximos años.
Si tenemos claro cuál es el puerto de llegada, Cantabria navegará con más seguridad en el océano de un mundo más globalizado que nunca donde las tempestades son imprevisibles y donde una falta de coordinación de todos los tripulantes pone en peligro la estabilidad de la nave.
Y los marinos saben de sobra que, en tiempos de tempestad, hay que olvidarse de las rencillas personales porque nos jugamos la supervivencia de todos”
Creo que Eva Diaz Tezanos habló alto y claro y estoy seguro que, al menos Lorenzo Vidal de la Peña, (CEOE) y Maria Jesús Cedrún (UGT) están esperando ya el momento de sentarse en esa gran mesa que aglutine a todos los cántabros, así lo afirmo pues en las tertulias radiofónicas que dirigí, ambos expresaron esta teoría públicamente.
Los cántabros deben salir de la coraza atávica que se colocaron con la invasión de los romanos y abrirse a formulas de convivencia colaborativa que engrandezcan a la región sin diferencias de credos e ideologías, abandonando el espíritu sectario y abrazando el trabajo conjunto por el bien común, si así se hace, nuestros hijos y nietos nos lo agradecerán. Ardua tarea pero apasionante