LAS ANDANZAS DE CURRINCHE” de Leticia Zaldivar
C. DE LANGRE (2020) – ISBN: 978-84-944810-8-6
Este libro cuenta las aventuras del intrépido teckel “Currinche” y de algunos de sus amigos. También pretende expresar la inmensa fortuna que poseemos los seres humanos de poder tener junto a nosotros a un animal tan inteligente, alegre, entrañable y fiel como es el perro.
Los lectores que posean uno se sentirán en ciertos momentos retratados en estas páginas y los que aun no se hayan decidido, quizás se animen. Para su tranquilidad, no todos son tan caóticos como Currinche y su dueña.
MIS IMPRESIONES
Un sorpresivo encuentro en la Plaza Porticada de Santander, en medio de la “nueva realidad” impuesta por COVID-19, me hizo disponer de este libro, dada la gentileza de su autora. Un verdadero honor, que conjuntamente con la satisfacción del casual encuentro, me ha permitido disfrutar de su obra recién sacada del “horno”.
Para los que pertenecemos al grupo de “los que aman a los perros”, tenemos el placer de tener dedicadas de antemano estas andanzas que su autora relata en este pequeño e ilustrado libro de Currinche… No nos cabe la menor duda de que el perro es el mejor amigo del ser humano, pues ha demostrado ser el animal más fiel, que ama incondicionalmente a su amo y que hasta hará peligrar su vida para salvarlo, si se le presenta la ocasión. Tengo la inmensa satisfacción de haberlo experimentado y guardo con celo miles de recuerdo de mi último cocker spaniel inglés “Dinky”, que sacó de mis horas más bajas, las emociones más positivas. Por eso entendido cada línea, cada relato de las anécdotas y travesuras de las “andanzas” de la autora con su Currinche…
La sensibilidad y ternura de la dueña, se adueñan de las travesuras de este teckel (1), que le colman su día a día de múltiples emociones y gratifican con creces sus desvelos y esmerados cuidos.
(1) El teckel (en español), también llamado dachshund, perro vienesa o perro salchicha, es una raza canina. Su peculiar fisonomía se debe a una mutación genética conocida como bassetismo, que dota a los ejemplares de unas extremidades cortas en relación con el tamaño del cuerpo.
Es un privilegio que este pequeño libro tenga tantas ilustraciones de la mano de un artista santanderino de postín, como lo es José Cobo, al que admiro por las obras con que ha jalonado el paisaje urbano de esta bella Santander marinera que me acoge hace ya mas de un cuarto de siglo. Cada trazo de su lápiz, permite reflejar las diferentes situaciones de travesura de Currinche y sus amigos, y al lector fijarlas con mas lujo de detalles en su memoria. Algunas llenas de ternura, como las de María abrazando a su conejo agredido por Currinche en acción instintiva de teckel de pura raza, que aunque no sacaba a su presa de ninguna madriguera, como hacían sus ancestros rastreadores, en su configuración perruna, si lo era. O en el mosaico de expresiones perrunas del capitulo Mis primos “influencer”, nos muestra con gran maestría.
He tenido la vivencia de oír el ¡NO, Currinche!, de su dueña frente alguna intentona o manifiesta travesura en las veces que he podido vernos en su casa, como también verla disfrutar de su compañía en un paseo de tarde en la Plaza Pombo o en algunas de las calles del centro, donde la elegancia del andar de dueña y teckel le engalanan.
Un pequeño gran libro, que me ha hecho rememorar momentos vividos con mi DINKY, de quien atesoro bellos recuerdos, que Leticia a reverdecido en las páginas de “Las andanzas de Currinche”. ¡¡Gracias!!