
Sentencia ejemplar de la Audiencia Provincial de Cantabria que crea jurisprudencia menor, reafirma la condena de 8 meses de cárcel a Sergio F. A. por matar a patadas al perro Blas. Desde El Refugio piden la ejecución de sentencia y su ingreso en prisión. La protectora El Refugio, personada como acusación, aplaude esta sentencia y espera que sirva para que hechos como estos no vuelvan a producirse jamás. El acusado Sergio F. A. vecino de Santander, de 29 años, había sido condenado por la justicia en dos ocasiones anteriores.
La Audiencia Provincial de Cantabria reafirma la condena de 8 meses de prisión para Sergio FA por matar a patadas al perro Blas, creando así jurisprudencia menor. La protectora El Refugio personada como acusación, pide la ejecución de la sentencia y su ingreso en prisión. Esperando así que hechos tan lamentables como este no vuelvan a producirse.
La Audiencia Provincial de Cantabria ratifica así la sentencia de la jueza del Juzgado de lo penal nº 3 de Santander que condeno a la pena de ocho meses de prisión con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, a Sergio F.A. por matar a patadas a un perro en una calle de Santander. Así mismo fue condenado a la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales, durante el plazo de dos años.
En la sentencia de 17 folios de la Audiencia Provincial, la cual es un paso importante en la Protección Animal consta de forma textual: “el acusado, que portaba calzado de montaña, se dirigió a Blas y a sabiendas de que podía generarle un grave menoscabo a su integridad física o incluso la muerte y aceptando cualquiera de dichos resultados, le propinó patadas, separándolo de esta manera de su perro el cual no llegó a sufrir lesión alguna. El acusado sin embargo no cesó en su comportamiento, sino que nuevamente se dirigió a Blas, el cual en ese momento estaba alejado de su perro y continuó propinándole repetidas patadas en la zona comprendida entre las patas delanteras y traseras. Marta Francisca Higuera salió del establecimiento citado, dirigiéndose Blas a ella, el cual únicamente fue capaz de avanzar escasos metros, cayendo al suelo, convulsionando y falleciendo a continuación.”
Los hechos sucedieron el día 28 de abril de 2014. Sobre las 20:30 h funcionarios del Cuerpo de la Policía Local de Santander se personaron en la C/ Rualasal Nº 16, lugar donde al parecer una persona estaba dando patadas a un perro. Pudieron observar cómo en la acera de la misma calle Rualasal, acceso a las escaleras del Pasaje de la Puntida, yacía en el suelo Blas, un perro de raza Pastor Catalán que llevaba puesto un collar con una correa extensible. En el lugar se encontraba la propietaria de Blas, que resultó ser Marta Francisca H. S., la cual se encontraba llorando.
Según consta en las actuaciones, sobre las 20:00 h procedió desde su domicilio a sacar a pasear a su perro. Momentos después entró a realizar unas compras en el Carrefour Express, en la calle de Rualasal nº 21, dejando a su perro junto a la puerta de entrada del establecimiento, sin amarrar, pues su perro era tranquilo y nada agresivo. No habían transcurrido ni dos minutos, cuando se encontraba esperando en la cola de la caja, escuchó un murmullo procedente de la calle y vio como entraba en la tienda una señora muy asustada y a un grupo numeroso de personas mirando hacia el garaje del edificio de Caja Cantabria, lugar donde un chico de aproximadamente veinticinco años, le propinaba varias patadas muy violentas en el costado izquierdo, al perro de la compareciente. Tras presenciar la agresión, Marta Francisca llamó a su perro, al tiempo que se dirigía hacia él. El animal caminó dos metros, desplomándose a sus pies, y tras sufrir varias convulsiones, falleció quedando tendido en la acera.