Ya son 19 años los que llevo asistiendo en Puente San Miguel a la Fiesta Mayor de Cantabria y en estos años he vivido múltiples formas y fórmulas de celebración.
Los distintos gobiernos y parlamentos que se han ocupado de co-organizar los actos de esta jornada histórica junto al Ayuntamiento de Reocín se han encargado de ir impulsando y devaluando la que siempre denominé como Fiesta Mayor de Cantabria.
Nunca entendí, viniendo de Extremadura vía Pais Vasco, como en Cantabria se hacía dejación de una jornada que debería representar para este pueblo, la exaltación de los valores identitarios de esta Comunidad Autónoma.
Siendo sincero reconozco que no lo entendí al principio pero que con el paso de los años lo he llegado a entender perfectamente. Cada año, muchos alcaldes, diputados y consejeros de los sucesivos gobiernos han brillado por su ausencia…
Nunca se ha dado con la fórmula para implicar al pueblo en una jornada como esta, quizás tampoco se haya puesto excesivo interés mas allá de los golpes de pecho de cantabrismo que algunos de nuestros representantes escenifican en este día.
Objetivamente la Fiesta Mayor de Cantabria, tiene el hándicap de celebrarse en periodo semi vacacional con importantes competidores como son la playa y las fiestas populares que se celebran en muchos municipios pero jamás se nombró a una comisión que estudiase el tema para dar una solución imaginativa que fuera asumida por todos los representantes populares.
Recuerdo que fue un asturiano, Alejandro Ortea, quien desde el gobierno mas luchó en su día por otorgar brillantez a este día pero acabó aceptando la realidad del nulo compromiso de los representantes cántabros y el pueblo en general con esta celebración. También Germán Fernandez, exalcalde de Reocín, lucho a brazo partido por dignificar el evento, prácticamente sin apoyos institucionales serios.
No basta con declarar el 28 de julio día de fiesta, no basta con dar comida gratis, no basta con celebrar un festival… pues el día de fiesta la mayoría lo aprovechaba en la playa, la comida atraía a los profesionales del todo gratis y al festival, que muchos años tuve el honor de presentar, solo se quedaban los vecinos de Reocín y alrededores… el Día Mayor de Cantabria o Fiesta Mayor de Cantabria necesita llegar a los cuatro puntos cardinales de nuestra región para conseguir el objetivo divulgador que debiera tener.
Personalmente tengo una idea muy clara de una posible solución, que estaría dispuesto a compartir si se creara una comisión organizadora, que implicara a todos los agentes políticos sociales, económicos y medios de comunicación que verdaderamente crean en Cantabria, desde Castro Urdiales y Unquera hasta Reinosa pero eso quizás sea pedir demasiado…