El talento de un violinista vituoso: José Fraguas a escena

Me gustaría dedicar unas líneas a este joven violinista de 24 años: le caben todas las etiquetas posibles… y alguna más: si atendemos a la definición de “prodigio” acuñada por Hollongworth, se amolda como un guante, pues el artista al que dedico esta columna realiza una actividad sobresaliente y no común respecto a las de su misma edad cronológica. Sigamos: José Fraguas es un violinista precoz pues su “comportamiento” con el instrumento que domina obedece a individuos de mayor edad que la suya, según parámetros del Proyecto Gotcha. Me consta, además, que posee un cociente intelectual superior a 150 (la persona superdotada posee una inteligencia por encima de 130).

Conozco a José Fraguas: es creativo y emocional, generoso y muy animado. Siempre con una actitud atenta y positiva. Cada vez que lo escucho, su música me transporta y me sugiere imágenes y estados anímicos muy motivantes e inspiradores. Es un joven talentoso que resuelve partituras hábilmente, músico de una extrema eficacia interpretativa; su figura, expansiva sobre el escenario, adivina más valores añadidos.

A veces pienso que ha nacido, “defectuoso”, con una extremidad superior de más. Dos brazos y un arco. Sabemos de él que inició sus estudios escolares en Francia donde ya tenía el diagnóstico certero de Altas capacidades y al venir a España pasó un camino de mil exámenes para poder tener un certificado del Estado que le acreditaba como superdotado y en especial como talento musical. Pero, lamentablemente, hay algo que resulta endémico en nuestro país: el reconocimiento, el premio, las facilidades y la ayuda se resienten y se resisten a jóvenes talentos, en especial a los musicales, y sobre todo a los violinistas.

Su ambiente familiar, ajeno a la música, anima y apoya al niño que con 9 años se lo disputan maestros consagrados del violín. Esfuerzos ímprobos, inversión pecuniaria…toda una gesta, digna de los más afamados héroes y como ellos, José con ideas propias, originales y genuinas. Entre muchas anécdotas vitales, recuerda su expulsión del conservatorio francés por “haberse atrevido” a participar en audiciones y concursos sin la autorización del director… estaba claro: ya apuntaba maneras.

No podemos caer en la idea facilona, de que José Fraguas, coge el violín, viene la musa y… ¡¡ya!! Ha trabajado duro desde su más tierna infancia, con una constancia encomiable (el aliento de su padre y de su madre resultó, fundamental) y como se suele decir “pasando las de Caín” y enfrentándose a actitudes diletantes de ciertas orquestas, marcadas por una haraganería histórica, a profesores mercaderes que solo deseaban abultar su propia “bolsaca”, y a becas ya asignadas por criterios poco meritorios. Su personalidad le ayudó a forjarse un autodidactismo más que elogioso, lleno de éxitos internacionales.

Es el momento, pues, de reivindicar el reconocimiento de artistas nacionales, de la casa, que como José Fraguas abanderan la marca España. Él sí que es un profeta en otras tierras y en la nuestra debería ocupar un lugar prominente. Especialista en Vivaldi, Bach, Wieniawski y Brahms, ha publicado tres discos monográficos y trabaja en el cuarto.

Tiene dos máster realizados en España que –según ha confesado a este medio- no parecen servirle de mucho, es psicólogo, buenísima persona, algo solitario y no encaja con esa imagen de músico nocherniego, adjudicada en muchas ocasiones a miembros de dicho gremio.

Fraguas inició su carrera con 4 años y es consciente de que no se termina nunca: en ella sigue, por supuesto, sin cejar en el empeño de arrancar bellísimas melodías a su “tercer brazo”. Al final, lo que más vale son los aplausos y hacer lo que uno siente con una técnica trabajada a base de horas por muy dotado que seas, afirma.

Destaca la existencia del Conservatorio Reina Sofía y otras escuelas de altísimo nivel; lejos queda el estereotipo de una huida a Alemania o a Francia porque allí saben más. Esto ya terminó, pero lo que no cambia es la invisibilidad del músico.

Prfª. Drª. Pilar Úcar Ventura 

Profesora Propia Adjunta Universidad Comillas