
Antonia La Negra le cuenta su vida a Jesús Quintero
Había puesto al descubierto hasta el último instante el alma pura de su expresión flamenca. Aquellos tangos y bulerías que amanecían en Triana quedaban cada mañana a la espera de ser atraídos por la luminosidad de Antonia la Negra. Su impronta fue el nacimiento del impresionismo de la Cava gitana, con aquellas glosolalias de cierto regusto arábigo andaluz que junto a su hermana Adina introdujo en el flamenco, hasta que días atrás el moreno de sus cantes y ella misma se convirtieron en una misma cosa: el recuerdo de un sabor duradero.
Ha muerto Antonia la Negra, la mujer que regentaba el matriarcado de una familia gitana con claras y profundas huellas en el flamenco contemporáneo. Se llamaba Antonia Rodríguez Moreno y había nacido en Orán (Argelia) el año 1936.